Este artículo, publicado en la Voz de Galicia, es ya de 21 de enero, pero creo que es muy interesante hablar de él por varios motivos. Primero, hace un matiz interesante acerca de la mediación familiar. Normalmente, cuando hablamos de este tipo de mediación, pensamos exclusivamente en divorcio y separación. Sin embargo, no podemos olvidar que la mediación familiar también trata conflictos entre padres e hijos, hermanos, tíos y sobrinos, primos… y un sinfín de casos todos ellos relativos a la convivencia y conflicto familiar.
Se habla de un nuevo conflicto, ocasionado por las nuevas tecnologías y el uso de las redes sociales. Se trata ni más ni menos que del abuso del móvil por parte de los adolescentes y el intento de los padres de evitarlo. Como bien dice el artículo, se comienza con un suspenso o una mala contestación, derivados por el uso excesivo del teléfono móvil, y acaba por un conflicto en el que requieren de la ayuda de un tercero imparcial, en este caso el mediador, para solucionar la situación.
En el artículo también se da un dato terrible. En España, sólo en el 1% de los conflictos se acude a mediación. Es algo que estoy convencido que cambiará en el futuro por los grandes resultados que está lográndose con este método alternativo de resolución de conflictos, pero está claro que aún queda un largo camino por recorrer.
Lo más curioso, es que, a pesar de los buenos resultados que da el servicio, y del hecho de que sea algo gratuito (hecho con el que estoy totalmente en contra, pues, por mi propia experiencia, puedo afirmar que lo gratuito no se valora), la gran mayoría de las personas no intenta resolver sus conflictos familiares por esta vía, posiblemente por desconocimiento de su existencia. De esto se deduce que hace falta tres cosas para que la mediación se conozca: difusión, difusión y más difusión.
Aquí os dejo el enlace por si queréis leer el artículo completo:
el blog del mediador 